Arquitectura y Humanidades

Propuesta académica
 

 
Recomendaciones para la presentación de artículos y/o ensayos.

"La sociedad del espectáculo" de Guy Debord
Pre-textos, Valencia, 2003.

Karina Contreras Castellanos

Este documento fue sobre todo conocido a partir de los acontecimientos sociales y políticos de mayo de 1968 en Francia [1], aunque el libro ya había sido editado en 1967. La figura de Guy Debord siempre se asoció con un transgresor del sistema político y social del cual fue perseguido y por ello muchas de sus teorías del pensamiento no tuvieron la suficiente difusión en su momento.

Debord se formó en la ideología de las vanguardias artísticas de la primera mitad del s.XX. El dadaísmo era la base de la "Internacional letrista" [2] del que formó parte, y luego sobre algunas de estas ideas fundó la "Internacional situacionista" [3], movimiento cuya premisa pretendía superar el arte mediante su realización en la vida real [4]. Además el desarrollo del pensamiento de Debord, recibe gran influencia de pensadores como Hegel, Feuerbach, Marx y Lukács.

La sociedad del espectáculo es un texto que muestra el punto de vista crítico de Debord a una sociedad occidental enajenada por el sistema político económico del capitalismo de consumo desde los años sesenta, y cuyo análisis incluso se adelanta a su época para describir lo que hoy en día ya experimentamos como una realidad, inmersos en una sociedad de consumo espectacular todavía de manera más extendida, poderosa y manipuladora de masas. Las representaciones del mundo construidas a nuestro alrededor deforman la realidad, y nos alejan de una vida libre y plena, esta es una de las preocupaciones siempre presentes en las ideas de Debord. Para liberarnos del espectáculo en que estamos inmersos, que nos divide, nos reduce, nos hace sumisos frente a una división del trabajo y de clases en el mundo industrializado, Debord propone la construcción de individuos que cuestionen y tomen conciencia de su propia vida, para luego formar una unidad social fuerte, informada y alerta a la ensoñación que nos produce el sistema capitalista: que seduce y nos sobre estimula constantemente, con deseos creados, aspiraciones banales y una constante frustración por no ser capaces de llenar los vacíos espirituales creados en la enajenación y al pretender satisfacerlos sólo con mercancías.

Con un claro enfoque en la economía política y sus consecuencias sociales, especialmente en la crítica hacia el sistema de clases del capitalismo, este libro sigue vigente para un análisis crítico del sistema socio económico y político en el que vivimos y del que somos parte. Es un texto para detenernos a pensar sobre la consciencia y la construcción individual y como alimentamos a la estructura que nos rige y aniquila la vida propia cuando carecemos de un actuar reflexivo. Extendido a todos los campos del conocimiento humano que forman parte de este sistema, el fenómeno arquitectónico no queda exento. El cuestionamiento es vital para el quehacer arquitectónico a priori y posteriori, para dejar de hacer sólo mercancía los espacios arquitectónicos y a sus usuarios elevarlos a habitables y a personas plenas.

El texto se desarrolla en 9 capítulos, y cada uno va desplegándose en incisos llamados tesis, donde, de manera breve resumen una idea que va construyendo el tema central de cada sección.

La separación perfecta


En este capítulo se reflexiona sobre como el espectáculo (no es sólo el engaño de un mundo visual, sino una visión manipulada y deforme) ha proliferado como representación del mundo real. Así existe la separación entre lo real, que requiere de las vivencias significativas para ir conformando la existencia compleja y plena del individuo y un pseudomundo que adormece la vida, la experiencia, el cuestionamiento, construcción del ser y promueve la mera contemplación, la sumisión, lo banal, lo ficticio y un existir autómata, sin sentido, generando vacíos que sólo se aspiran a ser llenados por las mercancías de las necesidades creadas del sistema socio económico.

La mercancía como espectáculo

La adoración a la mercancía ha llegado al grado de fetichismo en la sociedad occidental. Cada vez más efímeros los productos, las modas, diseñadas para la obsolescencia planeada, que nos lleva a consumir más y más rápido.

Unidad y división en la apariencia

La sociedad moderna tiene una unidad aparente basada en la división y el desgarramiento. Divide en clases económicas y sociales, hay división en el trabajo, incluso entre países según su grado de industrialización. En la eterna representación, nos otorga incluso falsos modelos de revolución, de bienes, de valores, que nunca nos llevan a los objetivos de plenitud y evolución. Nos hacen sentir siempre insatisfechos porque en realidad no pretenden que alcancemos la plenitud, sólo la frustración de la aspiración creada a la que nunca llegaremos.

El proletariado como sujeto y representación

Capítulo donde el autor revisa varios autores que lo influyen en sus ideas revolucionarias y sociales, bajo un seguimiento cronológico, enfocándose a la historia de las clases trabajadoras y la opresión de la que son objeto por los más poderosos. Analiza autores como Marx y Hegel, y a la burguesía y el proletariado como las clases revolucionarias de la historia de la sociedad occidental. El autor está a favor de la abolición de clases y la igualdad.

Tiempo e historia

Debord habla de que la sociedad ha hecho una temporalización del hombre, donde el tiempo es vital para que el hombre tenga una conciencia histórica. La historia ha existido siempre, pero no siempre de forma histórica. [5] La sociedad moderna es estática y tiene una concepción del tiempo pseudo cíclica (que prioriza los sistemas de producción político económicos), en contraposición del tiempo cíclico natural basado en el entorno y el sistema universal de la vida del que somos parte. El tiempo mismo nos agobia dentro de una sociedad que se ha apropiado del mismo para medir la producción humana, y así continuar con la división de la vida, en clases, en la temporalidad, de la que también nos convertimos en esclavos cuando la cronología sirve al sistema. Pareciera que la visión moderna nos hace sentir imposibilitados frente al tiempo y la historia, inmóviles como sociedad, en lugar de ser los detonadores de la misma. Tiempo e historia están en manos del poder, y se manipula a su conveniencia.

El tiempo espectacular

Después de un recorrido histórico de los conceptos de tiempo, llega a formular el de tiempo irreversible de la producción o sea la medida de las mercancías, y profundiza en el tema. El tiempo de la producción, el tiempo-mercancía, es una acumulación de instantes equivalentes. Es la abstracción del tiempo irreversible, del cual cada segmento debe manifestar su igualdad meramente cuantitativa en el cronómetro. [6] Cuando el tiempo pierde lo cualitativo que forma las experiencias significativas de la vivencia humana, es entonces una mercancía intercambiable más: el tiempo es todo, el hombre no es nada. [7] Así, el tiempo merma el desarrollo humano y se convierte en su verdugo.

La ordenación del territorio


Sobre cómo el sistema capitalista ordena el espacio y el territorio. El sistema requiere de un ordenamiento para la acumulación de las mercancías producidas, y entre más se globaliza, hay que romper fronteras regionales y de legislación, y así se crea lo que Debord llama el espacio libre de la mercancía. Esta sociedad que suprime la distancia geográfica, concentra una distancia interior a modo de separación espectacular. [8] Se suprimen las barreras de territorio, pero en realidad la humanidad se halla separada en su enajenación. Ejemplos del control del espacio por el sistema son la industria turística y el urbanismo.

La negación y el consumo de la cultura


La cultura como un elemento más que se separa de la unidad humana, que divide lo intelectual de la masa, pero que a su vez se ha banalizado para convertirse en otro producto más (fin de la historia de la cultura), al que puede acceder el grueso de la población enajenado. Habla sobre la degradación del mito y del arte, los cuales antes eran lenguajes comunes de la comunidad, hoy el arte y lo sagrado están separados y en cada expresión de ello también se halla una separación en lo individual, lo cual incide en la cultura moderna, y en la comunicación social. Marca al dadaísmo y al surrealismo como el final del arte moderno, para alcanzar en su época la superación del arte mismo por medio de las vanguardias, como camino alterno a la banalización del mismo y de la vida. Está a favor de realizar una obra de arte de la vida real misma.

La ideología materializada

La ideología diseñada para ir dirigiendo a la sociedad, Debord menciona como ejemplo, la que planeó el capitalismo y se materializó en la sociedad del espectáculo. El espectáculo es la ideología por excelencia, porque expone y manifiesta plenamente la esencia de todo sistema ideológico: empobrecimiento, servidumbre y negación de la vida real. El espectáculo es, materialmente, la expresión de la separación y del alejamiento de los hombres entre sí. La nueva potencia de engaño… [9] Crea esquizofrenia, falsa conciencia, pérdida de la individualidad y una confusión entre la vivencia real y lo ficticio.

Algunos puntos a priori y crítica (a posteriori) del diseño arquitectónico a partir del libro "La sociedad del espectáculo" de Guy Debord

En lo arquitectónico se tiene que entender la condición de la sociedad occidentalizada como espectacular, para desde el origen del proyecto proponer espacios habitables para promover la vida plena, donde el ser humano se desarrolle. Y no sólo proporcionar productos para satisfacer el mercado banal de consumo.

Priori/posteriori

Entender al mundo y al ser humano como una entidad compleja, no separada en fragmentos. Y desde ese punto diseñar. Priori

El espectáculo es la afirmación de la apariencia, y la afirmación de toda vida humano o sea social, como simple apariencia. Tesis 10, pág. 40. Por lo tanto, cuando la arquitectura sólo produce productos comerciales de consumo, sin ética, ofrece productos meramente aspiracionales y vende status, lo que seduce a las masas del espectáculo. También propiciar el uso de materiales locales, para no alimentar el consumo innecesario de los que no sean adecuados a las condiciones del sitio del proyecto, afecten la economía local, o generen costos extra por abastecerlos de lejos. Evitar el uso de materiales que, pretendan ficción de lo que no son. Priori/posteriori.

El espectáculo niega la vida (consumir y trabajar para evadir) y se basa en emplear el tiempo como ocio (medios de comunicación hipnotizan), divierte sin profundizar, para enajenar, para no hacer esfuerzos, para no pensar, crea una ensoñación de masas y una gran escenografía que confunde y forma una visión errónea del mundo, incluso de nosotros mismos, formando un círculo vicioso. Arquitectura crear más espacios para la vida, para la convivencia humana, para la introspección y menos para la enajenación masiva. Y aun cuando el proyecto sea un producto espectacular (centro comercial) dar opciones en el mismo para desarrollar otras actividades. Priori.

La dominación de la economía sobre la vida social degrada al ser en tener. Tesis 17 pág. 42. Y de ahí vales o parece que vales. No importa el presupuesto y magnitud del presupuesto, diseñar espacios dignos, más allá de clases sociales y dinero. Priori.

Si el mundo prioriza la imagen, entonces en lo urbano arquitectónico rescatar la estimulación de todos los sentidos y la sensibilidad humana. Priori.

En la contaminación visual en nuestras ciudades, diseñar, limitar, para dejar de agobiar con la sobre estimulación constante a sus habitantes. Priori/posteriori.

El espectáculo ha sustituido lo mítico y sagrado real, por el culto a lo superfluo, el consumo y el dinero. Desde lo arquitectónico analizar las necesidades creadas (lo aspiracional, los caprichos de lujo, etc.) contra las necesidades reales (vivienda dignificada para todos, espacios para la reconexión espiritual, etc.). Priori/posteriori.

El espectáculo con su constante agobio y persecución sobre nuestra percepción del mundo, es abrumadora, no da paz, quita el sueño, no deja descanso, respiro, coarta la creatividad, la inspiración y promueve la mediocridad y la pérdida de individualidad y criterio propio. Entonces nos hacen falta espacios que pausen el ritmo vertiginoso, de reencuentro con nosotros mismos, con los demás y con lo que nos rodea en equilibrio. El espacio en el espacio (cito a mi tema de investigación), donde el ser se construya a sí mismo. Priori/posteriori.

La sociedad capitalista promueve la separación, la especialización del poder y las jerarquías sociales y económicas, así nos divide y crea inequidad entre la sociedad. Se desconecta del mundo como una unidad. Aun cuando la disciplina arquitectónica está inscrita en el sistema, se puede reflexionar en dignificar los espacios que crea, haciéndolos habitables sin importar jerarquías económicas y sociales. Esto es, que se promueva la igualdad habitable para todas las personas. Priori/posteriori.

El sistema económico basado en el aislamiento es una producción circular de aislamiento. El aislamiento funda la técnica y en consecuencia el proceso técnico aísla. (Tesis 28, pág. 48). Enfatizar la creación de lugares para evitar el aislamiento nocivo: áreas verdes, lugares y rincones para que los niños jueguen de manera segura y se alejen del televisor, espacios para la comunicación familiar, recorridos peatonales, etc. Y también prescindir de la tecnología cuando no es necesaria, y sólo es para cubrir una carencia del diseño (aire acondicionado, por ejemplo). Priori.

…El espectador no se encuentra en casa en ninguna parte, es que el espectáculo está en todas partes. (Tesis 30 pág. 49). El habitante no se encuentra en casa ni en su propio hogar, siempre está rodeado de la sobre estimulación. Dar espacios de respiro a la mente y al espíritu. Priori

…Todo el tiempo y el espacio de su mundo se le vuelven extraños merced a la acumulación de productos alienados. El espectáculo es el mapa de este nuevo mundo. (Tesis 31 pág. 49). Si bien el diseño arquitectónico debe dar cabida a las necesidades humanas y ayudarle a ordenar su mundo, podríamos vivir con menos, si lo que se tiene es más eficiente, eso incluye los espacios habitables cualquiera sea su extensión. También manifestarse en pro de lugares con menos contaminación visual y donde las texturas y las cualidades de los materiales se conjuguen con estos objetivos de diseño para otros sentidos. Lugares ordenados, iluminados, cálidos, que ayuden a pacificar la ansiedad social. Priori.

Si vivimos en un sistema que diseña para la obsolescencia planeada, que sigue alimentando el consumo en las sociedades industrializadas, desde lo urbano arquitectónico podemos tomar la conciencia de ello y planear diseños perdurables y sustentables, que no requieran de constantes intervenciones para seguir consumiendo recursos, y donde las personas puedan echar raíces, apropiándose de los espacios donde encuentre un lugar seguro para habitar. Priori/posteriori.

En el espectáculo, en el cual el mundo sensible es sustituido por una selección de imágenes que existen por encima de él, y que se aparecen al mismo tiempo como lo sensible por excelencia. (Tesis 36 pág. 51). En arquitectura también la imagen domina sobre el contenido, muchos proyectos hoy en día, desde concursos estudiantiles hasta propuestas de los despachos espectaculares son sólo imágenes hechas con tecnología de punta, sin que sean espacios construibles, habitables o realmente resueltos. Se vende la imagen, no el contenido y mucho menos se toma en cuenta lo sensible real. Priori/posteriori.

La pérdida de lo cualitativo en los objetos en pos de lo cuantitativo (Tesis 38 pág. 52). En el diseño arquitectónico, cuidar la calidad aun cuando se produzca en cantidad. Por ejemplo, con la vivienda en serie, sobre todo la llamada de interés social, donde sólo se produce para abaratar costos, sin construir ni diseñar con calidad. Priori/posteriori.

Nuestro actual sistema político económico prioriza la tecnología y la automatización. En lo arquitectónico habrá que verificar cuando realmente sea necesario y no sea ni para ocultar las deficiencias de un buen proyecto arquitectónico, ni que consuma más recursos energéticos, o no considere el equilibrio del contexto natural y la incidencia que tiene en medio ambiente (social, natural, político, etc). También evitar el uso de aditamentos enajenantes donde, en lugar de simplificar la vida, nos hacemos más dependientes a la tecnología. Priori/posteriori.

La representación espectacular del hombre aglutina toda esta banalidad al concentrar en sí la imagen de un posible papel que desempeñar (la estrella). La condición de estrella del espectáculo es la especialización de la vivencia aparente. (Tesis 60. Pág. 64)

Todos quieren fama y ser estrellas. Los "arquistars" son producto de la sociedad del espectáculo. Si bien en la profesión debemos encontrar canales para promover nuestro trabajo, pues participamos del sistema económico. Hoy existen figuras de arquitectos que son más famosos por la sobre exposición de ellos como mercancía y la atención que reciben por medio de la publicidad y de los medios, de las imágenes que venden, o de los valores espectaculares detrás de sus proyectos: consumo, estatus, tecnología. Y no necesariamente sus diseños son éticos, o responden de la manera más adecuada al problema que pretenden resolver, o venden imagen y apariencia en su persona y en sus proyectos, sin que estos tengan un contenido profundo. Posteriori.

El representante del espectáculo unificado (la estrella del espectáculo) es lo contrario del individuo… Al desplazarse hacia el espectáculo como modelo de identificación el individuo ha renunciado a toda cualidad autónoma para identificarse (Tesis 61 pág. 65). No a los íconos globales que representan valores superfluos para identificarnos, en lugar de la formación de individuos. En arquitectura esto aplica a las personalidades de modelos a seguir hoy en día "arquistars", haciendo análisis crítico de sus propuestas. Y desde la formación a lo que aspiran los estudiantes de arquitectura. También hacer meritorio el anonimato, el arquitecto comprometido con su profesión como servicio social, no espera reconocimiento alguno en cuanto a fama, más allá de la satisfacción de la realización responsable de su trabajo. Priori/posteriori.

Lo que las oposiciones del espectáculo ocultan es la unidad de la miseria. (Tesis 63 pág. 67). Aun cuando el sentido de esto no sea literal, hace reflexionar en que la pobreza sigue en el traspatio de nuestras ciudades, se trata de ocultar, pero es imposible, y como no hemos sido capaces de proveer de vivienda e infraestructura toda la gente, se crean los asentamientos irregulares, pero aún, estos requieren de una planeación urbana. No podemos seguirlo evadiendo cuando es una necesidad imperante y real. Priori/posteriori.

Los propietarios de la plusvalía histórica detenta el conocimiento y disfrute de la vivencia de los acontecimientos. Este tiempo (histórico), separado de la organización colectiva del tiempo que predomina en la producción monótona que está en las bases de la vida social, se escapa de su propia comunidad estática… La historia sobreviene así, ante los hombres, como un factor extraño, como aquello que no han querido y como aquello contra lo cual se creían inmunes, asimismo, la inquietud negativa de lo humano (Tesis 128, pág. 119). Desde el quehacer arquitectónico hay que priorizar la vivencia y disfrute de los acontecimientos como objetivo de la habitabilidad significativa a diseñar. Espacios donde el tiempo se despliegue y corra a otros ritmos, los personales, los atemporales que se alojan en la memoria cuando el ser humano se apropia de su lugar en el mundo. Priori.

El tiempo espectacular, es el pseudo tiempo que ahora es mercancía y en el cual vivimos en el sistema de producción industrial que rige las economías occidentales. Se basa el tiempo en la producción de mercancía, en su consumo, en su obsolescencia, y el tiempo es un medio más para que el sistema en el poder manipule a la gente. Diseñemos espacios que trasciendan el tiempo mercantil y recuperen el tiempo humano de la vivencia significativa. Donde el ser humano encuentre refugio de la falsa conciencia del tiempo, que consume nuestras vidas sin sentido, y donde el ocio es sólo diversión banal y no alimenta al espíritu, la mente y el cuerpo. Priori/posteriori.

La sociedad moderna ha creado su propio territorio. El urbanismo es la conquista del entorno natural y humano por parte de un capitalismo que, al desarrollarse según la lógica de la dominación absoluta, puede y debe ahora reconstruir la totalidad del espacio como su propio decorado. (Tesis 169 págs. 144-145). Para Debord la planeación urbana y la urbanización, son una herramienta más, ejercida por el poder para el control de todo, de la manipulación, de la especulación del territorio, de la dominación del entorno natural, y de montar la escenografía para la vida que el sistema pretende para el individuo. Si bien es una postura extrema, recordemos que las grandes urbes hoy repercuten en una vida de ritmo vertiginoso y enajenante, relegando la existencia significativa del ser humano, y priorizando la actividad económica. Como se puede desde el diseño de lo urbano arquitectónico ayudar a revertir este hecho? Conciencia, reflexión, educación, para el arquitecto que ya ejerce, para el que está en formación y para todo habitante. Este puede ser el origen para el fortalecimiento de una ética del quehacer del urbanista y del arquitecto del cual partir, aún cuando el sistema y sus intereses tengan un peso específico. Priori/posteriori.

El urbanismo es la realización moderna de la tarea ininterrumpida que salvaguarda el poder de clase: el mantenimiento de la atomización de los trabajadores., que las condiciones urbanas de producción habían reunido peligrosamente (Tesis 172. Pág. 145). La tecnología, el urbanismo que separa por clases y trabajo, sigue dividiendo a la sociedad, cuyos puntos de reunión son los centros de consumo a falta de espacios públicos de esparcimiento y convivencia libre de la pluralidad, los cuales hace falta impulsar. Priori/posteriori.

La arquitectura, que en todas las épocas anteriores estuvo reservada para la satisfacción de las clases dominantes, está por vez primera destinada directamente a los pobres. La miseria formal, así como la gigantesca extensión de esta nueva experiencia del hábitat, proceden ambas de su carácter masivo, implícito tanto en su destino como en las condiciones modernas de construcción. La decisión autoritaria dispone abstractamente del territorio. (Tesis 173 pág. 146). Aun cuando ya existe algún avance en el enfoque social de la arquitectura, y la democratización de derechos básicos como la vivienda, se sigue diseñando para masas, bajo decisiones autoritarias, y que cumplan los requisitos del mercado. Posteriori.

Surge la reflexión sobre la incidencia urbana en el ambiente natural, en los recursos, en la dependencia a la tecnología como lo es el automóvil, que nos hace diseñar para los medios más que para la vida urbana: supermercados globales, estacionamientos, centros comerciales; crean un círculo vicioso de vida insana y dependiente en las ciudades para seguir satisfaciendo al sistema. Posteriori.


Notas

1. Protestas iniciadas por grupos estudiantiles de izquierda contra el régimen político francés regido en su momento por el presidente Charles de Gaulle y la sociedad de consumo. Los eventos se originaron en Paris, posteriormente se unieron obreros, sindicatos y el Partido Comunista Francés. Resultó en una de las mayores revueltas en la historia de Europa y en la mayor huelga general en la historia del estado francés, lo que causó se adelantarán las elecciones en aquel país.
2. Iniciado por Isidore Isou, (artista rumano). El letrismo pretendía la superación del arte por medio de la destrucción de las formas artísticas expresada en el lenguaje (lo cual había iniciado Baudelaire), lo cual se basó en las ideas dadaístas y de los primeros surrealistas. El letrismo quiere reducir la poesía a su elemento último, la letra. La utiliza como elemento gráfico en el collage y como elemento sonoro en la declamación onomatopéyica.
3. Los situacionistas eran una organización de artistas e intelectuales revolucionarios que criticaban y buscaban abolir la sociedad de clases imperante del sistema capitalista. Buscaban el real sentido de la vida cotidiana del individuo. Y su ideología influenció movimientos revolucionarios como los de Mayo del 68. Entre sus experimentaciones está el de las derivas urbanas.
4. En notas de J. L. Pardo: Debord, Guy. La sociedad del espectáculo. Valencia, 2003. Pág. 11
5. Debord, Guy, "La sociedad del espectáculo", Valencia: Pre-textos, 2003, p. 117.
6. Debord, op. cit., p. 117.
7. Debord, op. cit., p. 133.
8. Debord, op. cit., p. 144.
9. Debord, op. cit., p. 172.

Bibliografía

Debord, Guy, "La sociedad del espectáculo" Traducción y notas: Pardo, José Luis. Valencia: Pre-textos, 2ª edición en castellano, 2003.

Karina Contreras Castellanos